Junio 26 de 2007
Si Kafka propone a través de Pedro el Rojo, la sinrazón del hombre en una triste parábola de si mismo, la analogía la encontramos en la condición de los artistas, especie que debe justificar su condición humana frente a los tribunales de la sinrazón. Al igual que Pedro en la soberbia narración, somos espectadores de nuestra propia naturaleza aspirando a los beneficios en el rol de decoradores del horror vacui de la clase en el poder, o simplemente de entertainmers del régimen vigente.
Pero esto no es un panegírico para el artista enfermo y sufridor que quiere eximir a la obra de no ser más que la catarsis exaltada de una patología congénita, tampoco para el aspirante a un casillero en la pasarela de las vanidades que le otorgue el rótulo de artista contemporáneo, el encabezado propone un símil con las situaciones a las que se enfrenta el artista, el profesional de arte, en el pulso constante con las instituciones de circulación y difusión cultural. Suena conocido? Las prótesis metafóricas también deberían proporcionarse en los campos minados de la institucionalidad artística.
Vale destacar, en medio de este espectáculo inquietante, la tarea seria e irreductible de aquellos que proponen efectivamente desde las aulas, centrados en su trabajo creador haciendo caso omiso de la crítica velada o el comentario insidioso, para quienes el acto creador está muy lejos de la consigna perversa revestida de acto estético. Utilizan los medios y las técnicas para proponer sus ideas, asumen con seriedad la posición contextual de su trabajo, quien dijo que hacer arte(contemporáneo) se reduce a hurgar en los actos de los demás para afirmarse? El arte conceptual no está reducido a su deriva patológica, esto sólo se concibe en la mente de un oscuro polaco que delira reescribiendo a Jung y a Borges.
Si la crítica ayuda a formar opinión también debe entenderse como un puente, un viaducto
que lleve a la comprensión de las producciones del arte. La crítica de la modernidad respondía a sus prejuicios, se trataba de preconizar sobre los juicios estéticos para determinar la validez o no de una obra según la tendencia dominante, ahora este discurso está sobreseído, descertificado, nadie habla hoy en día de una tendencia universal dominante porque no existe, ahora los arcaísmos postmodernos inundan los museos: el hombre de Lascaux se sienta frente al computador a borronar sus trazos digitales, el carbón y el lápiz dibujan desde una foto, el chamán sigue bocetando sus rituales; valga la aclaración para las imposturas: no es contemporáneo aquel que archivó sus pinceles.
Ávidos de crítica los artistas recorren la superautopista de información, quien me lee? Quien me escribe? En qué página aparezco? Su preocupación es entendible si rastreamos la crítica en nuestras pequeñas comunidades, el espectáculo es desolador; habría que recurrir a los comentaristas de fútbol: eso si es cubrimiento ¡el altar de los equipos está lleno de giros semióticos, de neologismos académicos, profesor x. usted nos ilumina con sus sabios comentarios…da pena literalmente, que nuestro medio reduzca la información cultural a las páginas sociales.
La crítica estética, en pocas palabras, no se reduce a hablar mal de los Otros artistas. No se reduce a atrincherarse en el ego sum abas, para denostar sin argumentos de los logros ajenos eso resultaría muy fácil; la crítica habla de comunicación, de tratar de entender las posiciones de la alteridad, acercarse a los presupuestos teóricos de los que habla el arte, lejos del discurso
positivista excluyente de la modernidad histórica.
De esta manera proponemos que nos lean en nuestras aspiraciones más serias, en lo que debe privilegiarse que es el producto, la obra, no en otros espacios donde el juzgamiento lleve a las instancias de la imperfección humana, solamente en lo que ofrecemos de manera transparente e incuestionable: el opus..Por eso quiero destacar el trabajo y el alcance que ha tenido la presentación del proyecto LIBRO ARTE en los distintos escenarios en que ha tenido lugar: después de la feria del Libro de Bogotá pasó a la Biblioteca Virgilio Barco y estará en Armenia en el espacio de Calle Bohemia el 7 de septiembre. Así mismo el proyecto se consolida con la formación del grupo de estudio y los lazos establecidos con la Agencia editorial de Gunnar Kaldewey en NY.
Si Kafka propone a través de Pedro el Rojo, la sinrazón del hombre en una triste parábola de si mismo, la analogía la encontramos en la condición de los artistas, especie que debe justificar su condición humana frente a los tribunales de la sinrazón. Al igual que Pedro en la soberbia narración, somos espectadores de nuestra propia naturaleza aspirando a los beneficios en el rol de decoradores del horror vacui de la clase en el poder, o simplemente de entertainmers del régimen vigente.
Pero esto no es un panegírico para el artista enfermo y sufridor que quiere eximir a la obra de no ser más que la catarsis exaltada de una patología congénita, tampoco para el aspirante a un casillero en la pasarela de las vanidades que le otorgue el rótulo de artista contemporáneo, el encabezado propone un símil con las situaciones a las que se enfrenta el artista, el profesional de arte, en el pulso constante con las instituciones de circulación y difusión cultural. Suena conocido? Las prótesis metafóricas también deberían proporcionarse en los campos minados de la institucionalidad artística.
Vale destacar, en medio de este espectáculo inquietante, la tarea seria e irreductible de aquellos que proponen efectivamente desde las aulas, centrados en su trabajo creador haciendo caso omiso de la crítica velada o el comentario insidioso, para quienes el acto creador está muy lejos de la consigna perversa revestida de acto estético. Utilizan los medios y las técnicas para proponer sus ideas, asumen con seriedad la posición contextual de su trabajo, quien dijo que hacer arte(contemporáneo) se reduce a hurgar en los actos de los demás para afirmarse? El arte conceptual no está reducido a su deriva patológica, esto sólo se concibe en la mente de un oscuro polaco que delira reescribiendo a Jung y a Borges.
Si la crítica ayuda a formar opinión también debe entenderse como un puente, un viaducto
que lleve a la comprensión de las producciones del arte. La crítica de la modernidad respondía a sus prejuicios, se trataba de preconizar sobre los juicios estéticos para determinar la validez o no de una obra según la tendencia dominante, ahora este discurso está sobreseído, descertificado, nadie habla hoy en día de una tendencia universal dominante porque no existe, ahora los arcaísmos postmodernos inundan los museos: el hombre de Lascaux se sienta frente al computador a borronar sus trazos digitales, el carbón y el lápiz dibujan desde una foto, el chamán sigue bocetando sus rituales; valga la aclaración para las imposturas: no es contemporáneo aquel que archivó sus pinceles.
Ávidos de crítica los artistas recorren la superautopista de información, quien me lee? Quien me escribe? En qué página aparezco? Su preocupación es entendible si rastreamos la crítica en nuestras pequeñas comunidades, el espectáculo es desolador; habría que recurrir a los comentaristas de fútbol: eso si es cubrimiento ¡el altar de los equipos está lleno de giros semióticos, de neologismos académicos, profesor x. usted nos ilumina con sus sabios comentarios…da pena literalmente, que nuestro medio reduzca la información cultural a las páginas sociales.
La crítica estética, en pocas palabras, no se reduce a hablar mal de los Otros artistas. No se reduce a atrincherarse en el ego sum abas, para denostar sin argumentos de los logros ajenos eso resultaría muy fácil; la crítica habla de comunicación, de tratar de entender las posiciones de la alteridad, acercarse a los presupuestos teóricos de los que habla el arte, lejos del discurso
positivista excluyente de la modernidad histórica.
De esta manera proponemos que nos lean en nuestras aspiraciones más serias, en lo que debe privilegiarse que es el producto, la obra, no en otros espacios donde el juzgamiento lleve a las instancias de la imperfección humana, solamente en lo que ofrecemos de manera transparente e incuestionable: el opus..Por eso quiero destacar el trabajo y el alcance que ha tenido la presentación del proyecto LIBRO ARTE en los distintos escenarios en que ha tenido lugar: después de la feria del Libro de Bogotá pasó a la Biblioteca Virgilio Barco y estará en Armenia en el espacio de Calle Bohemia el 7 de septiembre. Así mismo el proyecto se consolida con la formación del grupo de estudio y los lazos establecidos con la Agencia editorial de Gunnar Kaldewey en NY.
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