El referente espacial del libro como mapa, alcanza a desplegar una realidad visual como órbita transitable dada por coordenadas y otro tipo de orientaciones encaminadas a propiciar desenlaces y desplazamientos legibles (también visuales) cuya tarea también va dirigida a hacer posibles todos los recorridos e incluso los extravíos.
La carta de navegación en el “ territorio- imperio” que el libro sugiere, delimita un cuerpo contenido, pero el universo manifiesto de imagen hace posible que sirva de trampolín para que los tránsitos propuestos cobren su verdadera dimensión y se abra una mirada contagiada para el recorrido que el libro propone: representar y materializar las ideas, narrar gráficamente, es decir, la actividad descriptiva propiamente:
E l esfuerzo de la apropiación de la imagen, como una etapa ineludible a la que se enfrenta el lector de imágenes, lo convierten en viajero imaginético, dispuesto a conquistar un universo que sólo es posible gracias a la aventura de los itinerarios de narración allí presentados, hoja a hoja, paso a paso, mirada tras mirada, viajes por las superficies alteradas de esta geografía visual accidentada in- scripto en el diálogo en cuya ecuación siempre estarán los tres:
El libro, el relato y el otro.
El constructo libro-naturaleza de las superficies de inscripción, desde las tabletas de barro a la pantalla, constituirán siempre un aspecto lleno de fascinación donde se posará la imagen que hemos asimilado y que cada vez más nos permitirá volcar los relatos.
La carta de navegación en el “ territorio- imperio” que el libro sugiere, delimita un cuerpo contenido, pero el universo manifiesto de imagen hace posible que sirva de trampolín para que los tránsitos propuestos cobren su verdadera dimensión y se abra una mirada contagiada para el recorrido que el libro propone: representar y materializar las ideas, narrar gráficamente, es decir, la actividad descriptiva propiamente:
E l esfuerzo de la apropiación de la imagen, como una etapa ineludible a la que se enfrenta el lector de imágenes, lo convierten en viajero imaginético, dispuesto a conquistar un universo que sólo es posible gracias a la aventura de los itinerarios de narración allí presentados, hoja a hoja, paso a paso, mirada tras mirada, viajes por las superficies alteradas de esta geografía visual accidentada in- scripto en el diálogo en cuya ecuación siempre estarán los tres:
El libro, el relato y el otro.
El constructo libro-naturaleza de las superficies de inscripción, desde las tabletas de barro a la pantalla, constituirán siempre un aspecto lleno de fascinación donde se posará la imagen que hemos asimilado y que cada vez más nos permitirá volcar los relatos.
Por qué se habla de mapa? Por qué se extrapola el concepto de geografía al universo material de libro arte? A que universo cartográfico nos remitimos?
Si la imagen permanece y si lo hace a través de una operación de asentamiento, de permanencia de lugar en el libro, esta ubicación visual despliega todas las connotaciones de geografía, para ser descrita. Hay un viaje por el libro y esto conlleva a un viaje por la imagen, operación binaria que envuelve las dos partes: Contenedor y contenido. Al universo real de territorio que es el libro donde acontece el trayecto de la imagen , los modos de registro , el desarrollo de los medios, en este caso, vehículo del movimiento por las espacio- temporalidades de una especialidad dimensionada libro se posa la imagen anotaremos unas correspondencias geográficas que como materialidad real proyectada le es de gran importancia:
Ser extensión real en territorio mapeable , propiciar territorios de encuentro y recorridos en emplazamiento- desplazamiento de la imagen, generar encuentro in imago mundi, revalorar trayectos imaginéticos posibilitar movimiento en el texto imagen y localizar en los relatos sugeridos en espacio temporalidades mapeables además de focalizar el sentido de la narración presentada en lecturas ampliadas de los procesos de la mirada.
A este movimiento que es desplazamiento se corresponde la figura de territorio y localización geográfica. En el origen del libro como superficie de inscripción está reflejado el acento significativo y simbólico que la imagen texto conlleva, desde dibujar y/o escribir en las paredes de las cavernas, trabajar sobre las pieles de los animales o en la parte interior de las cortezas de las plantas( que utilizaron los romanos) se nos presenta la imagen primigenia de una figura que en su tránsito esmerado, deviene contenedor y objeto en si mismo contundente, propicia un territorio en donde el encuentro con el imago- mapa localiza la mirada de discontinuidades visuales en trayecto narrativo y también en subjetividades mapeables de todos los panoramas cartográficos expandidos.
Carlos Alberto Hoyos Morales
Escuela de Artes Visuales
Si la imagen permanece y si lo hace a través de una operación de asentamiento, de permanencia de lugar en el libro, esta ubicación visual despliega todas las connotaciones de geografía, para ser descrita. Hay un viaje por el libro y esto conlleva a un viaje por la imagen, operación binaria que envuelve las dos partes: Contenedor y contenido. Al universo real de territorio que es el libro donde acontece el trayecto de la imagen , los modos de registro , el desarrollo de los medios, en este caso, vehículo del movimiento por las espacio- temporalidades de una especialidad dimensionada libro se posa la imagen anotaremos unas correspondencias geográficas que como materialidad real proyectada le es de gran importancia:
Ser extensión real en territorio mapeable , propiciar territorios de encuentro y recorridos en emplazamiento- desplazamiento de la imagen, generar encuentro in imago mundi, revalorar trayectos imaginéticos posibilitar movimiento en el texto imagen y localizar en los relatos sugeridos en espacio temporalidades mapeables además de focalizar el sentido de la narración presentada en lecturas ampliadas de los procesos de la mirada.
A este movimiento que es desplazamiento se corresponde la figura de territorio y localización geográfica. En el origen del libro como superficie de inscripción está reflejado el acento significativo y simbólico que la imagen texto conlleva, desde dibujar y/o escribir en las paredes de las cavernas, trabajar sobre las pieles de los animales o en la parte interior de las cortezas de las plantas( que utilizaron los romanos) se nos presenta la imagen primigenia de una figura que en su tránsito esmerado, deviene contenedor y objeto en si mismo contundente, propicia un territorio en donde el encuentro con el imago- mapa localiza la mirada de discontinuidades visuales en trayecto narrativo y también en subjetividades mapeables de todos los panoramas cartográficos expandidos.
Carlos Alberto Hoyos Morales
Escuela de Artes Visuales
Facultad de Bellas Artes y Humanidades
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